
No es fácil ayudar a los estudiantes a sentirse conectados cuando no están todos en el mismo aula, pero estos profesores de ciencias encontraron la manera de hacerlo funcionar.
El paso a las aulas híbridas supone un reto aún mayor para la construcción de unión. En las aulas híbridas, algunos alumnos nunca se ven en persona y otros nunca ven a sus profesores en persona. El aprendizaje basado en proyectos (ABP), proporciona un poderoso vehículo para crear un espacio de aprendizaje compartido, que deja claro que las voces de todos los estudiantes son necesarias y bienvenidas en el aula. Ser flexible y acogedor con respecto a la forma en que los niños deciden participar genera confianza, ya que los niños se sienten valorados, y aceptados.
Los alumnos tienen la oportunidad de compartir parte de sí mismos a través de las preguntas que formulan, las investigaciones que diseñan y llevan a cabo, y los artefactos que desarrollan y presentan. Cuanto más compartan los alumnos, más conexiones se establecerán.
He aquí cuatro estrategias para fomentar la confianza mediante el aprendizaje basado en proyectos.
UTILIZAR LAS PREGUNTAS DE LOS ALUMNOS PARA REFORZAR LAS RELACIONES
Los profesores construyen relaciones asegurándose de que todos los estudiantes con asistencia presencial o virtual, generen preguntas sobre las cosas que les interesan. Esto no sólo fomenta la participación, sino que también es una forma de ayudar a los estudiantes a articular lo que saben.
Los profesores de ciencias Susan Zaemish y Tim Reiser organizan una hora de preguntas cada semana en su aula híbrida. Los alumnos eligen una pregunta sobre la que quieren aprender y estudiar. A continuación, investigan sus respuestas y comparten sus hallazgos en grupos de trabajo, en los que la mitad de los estudiantes están en persona y la otra mitad en línea. Los estudiantes están deseando tener una audiencia y aprender los unos de los otros.
Cuando los alumnos hacen preguntas, también comparten algo sobre sus experiencias, su forma de ver el mundo y lo que es importante para ellos. Examine las preguntas con ese lente, para que sus alumnos compartan más.
Es útil dar a los alumnos la posibilidad de elegir no sólo qué preguntas hacen, sino también cómo se presentan. Monique Coulman, profesora de cuarto y quinto grado, deja que sus alumnos, ya sea en persona o en línea, puedan elegir el método de comunicación: voz, chat, notas adhesivas, cuaderno, grabación de voz o escribir en el documento de Google.
Amy Lazarowicz, profesora de Matemáticas y Ciencias, logra un objetivo similar utilizando la «ráfaga de chat» para que los alumnos compartan sus preguntas. Cada alumno se toma el tiempo que necesita para escribir una pregunta, y luego Lazarowicz publica todas las preguntas de su clase al mismo tiempo. El objetivo es dar a todos sus alumnos tiempo para generar preguntas valiosas sin preocuparse de quién responde primero. Cuando los alumnos generan preguntas y ven que esas preguntas se integran como herramientas de pensamiento en el aula, se sienten acogidos como parte de la comunidad del aula.
MEJORAR LAS CONEXIONES SOCIALES ENTRE LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA Y LOS DE CASA
Los estudiantes remotos pueden sentirse excluidos de las aulas híbridas. Para solucionar esto, Susan Zaemish empareja a un estudiante virtual con otro presencial, de modo que una parte de la pareja está siempre en el aula. Los alumnos con asistencia presenciales manejan los materiales durante la investigación o la construcción de un artefacto, de modo que cada día un alumno manipula el diseño. Los estudiantes virtuales describen y racionalizan los cambios y las decisiones que han tomado el día anterior y añaden sugerencias de revisión. Ambos compañeros tienen que utilizar el razonamiento para convencer a su homólogo.
Para incluir a los estudiantes remotos en las actividades prácticas, Zaemish pide a los socios que colaboren utilizando materiales caseros. Por ejemplo, cuando sus alumnos trataban de averiguar la forma de conseguir que el agua se condensara (como modelo de precipitación), el alumno de casa calentó una taza de agua en el microondas y luego cubrió la parte superior con hielo. Ambos alumnos observaron la condensación.
CONSIDERAR LA POSIBILIDAD DE QUE LOS ESTUDIANTES VIRTUALES PARTICIPEN EN LA PLANIFICACIÓN DE LAS ACTIVIDADES
La profesora de ciencias de cuarto curso, Jodi Sturk, muestra un molino de viento improvisado en la pantalla del Zoom. A continuación, invita a sus alumnos a compartir sus ideas sobre la investigación de la energía. A medida que los alumnos escriben en el chat, ella sigue sus sugerencias sólo si pueden proporcionar una predicción y un razonamiento. Como cada alumno tiene la misma influencia en la realización de la investigación, todos sienten que sus ideas son valoradas y desarrollan un propósito común.
UTILIZAR APLICACIONES QUE PERMITAN A LOS ESTUDIANTES CON CONECTIVIDAD LENTA PRESENTAR SUS CONSTRUCCIONES
En nuestras aulas, celebramos lo que los estudiantes han aprendido a través de sus prototipos, representaciones de lo que han aprendido durante la unidad (Ahora, experiencia de aprendizaje). Incluso cuando los alumnos no están presentes en el mismo espacio físico, o si tienen una conectividad lenta, pueden crear presentaciones que reflejen su viaje de aprendizaje.
Para resolver los problemas de comunidad relacionados con la conectividad, la profesora de cuarto grado Mary Modaff utiliza Seesaw para las presentaciones. Seesaw permite que todos los alumnos practiquen, graben su vídeo y luego presenten su prototipo uno por uno a la clase. A medida que los alumnos presentan, pueden detener el vídeo para explicar lo que están haciendo. Los alumnos de Mary con problemas de Internet, los tímidos y los que hablan varios idiomas aprecian poder utilizar el vídeo pregrabado para hablar en público.
Uno de sus alumnos trabajó en casa en una diapositiva de presentación que mostraba cómo un fósil de un pez de agua salada puede acabar en la cima de una montaña. La estudiante grabó en vídeo el modelo físico y grabó su voz explicando el modelo. Era virtual y tenía mala conectividad, así que en lugar de presentar en directo, escribió una breve introducción en el chat: «Creo que sé cómo las características del terreno llegaron a ser así. Mira». A continuación, su modelo animado mostró su pensamiento sin interferencias de Internet.
La comunidad de la clase le hizo preguntas, especialmente sobre su explicación grabada. Preguntaron: «¿Por qué el agua del océano se evapora y deja un pez?». Las preguntas, junto con la petición de más pruebas y razonamientos, le hicieron replantearse su modelo inicial. También le hizo sentir que sus ideas eran valoradas y que estaba incluida en la comunidad de la clase.
Los alumnos pueden sentirse excluidos cuando tienen dificultades para participar en un debate por problemas de conectividad. Aprovechar las diferentes formas de presentar las ideas en un formato compartido hace que todos los estudiantes se sientan parte de la comunidad.
Por: Emily Adah Miller