Como muchos profesores sabrán, los celulares no son solo para adultos. La edad promedio para que un estudiante obtenga su primer teléfono inteligente es de 10.3 años (aunque Bill Gates esperó para darles teléfonos inteligentes a sus hijos hasta que cumplieran los 14). A medida que la lista de aplicaciones de teléfonos inteligentes continúa ampliándose, como también la comunicación entre familiares, amigos y compañeros de clase (¡incluso maestros!). Esta se centra cada vez más en el celular, este dispositivo se está convirtiendo en algo más que un accesorio, actualmente es una necesidad. Los teléfonos inteligentes están aquí para quedarse, por lo que las Instituciones Educativas ahora tienen que decidir si los abrazan y hacen un buen uso de ellos, o los prohíben en general.
En este artículo se analizara tres argumentos del porque deberíamos adoptarlos para mejorar el proceso de aprendizaje y tres porqué deberíamos prohibirlos. Espero que al final usted saque sus propias conclusiones y estas permitan ayudar a su Institucion Educativa en adoptar una mejor política de uso.
Deberíamos permitir los smartphones en las Instituciones Educativas.
Aprendizaje interactivo en las aulas.
Muchas Instituciones Educativas hoy en día no tienen el equipo necesario para hacer que la tecnología sea accesible para sus estudiantes. Aquí es donde los teléfonos inteligentes como ayudantes de aprendizaje entran en escena. Estos dispositivos tienen más poder de procesamiento que todas las computadoras de la NASA cuando aterrizaron al hombre en la luna . Entonces, en lugar de lidiar con las computadoras o si el centro de cómputo está ocupado, el profesor puede simplemente pedirle a la clase que escanee un código QR o ingrese una dirección www que llevará a los estudiantes directamente al contenido interactivo para el tema que están estudiando. La educación digital es solo una manera diferente para que los estudiantes aprendan sobre el mundo que los rodea y para que los maestros se comuniquen con ellos, en plataformas digitales, accesibles desde el teléfono.
Mantenerse en contacto
En el pasado, para que los padres se pusieran en contacto con sus hijos en la escuela, llamaban a la secretaria de la escuela, para dictar una nota y enviarla al profesor y luego al alumno. Tales métodos ineficientes ya no son necesarios; la capacidad de ser contactado de inmediato permite a los estudiantes y padres una mayor flexibilidad y libertad en sus citas para después de la escuela. Además, dados los peligros que puedan surgir luego de las actividades del colegio, los teléfonos inteligentes les brindan a los estudiantes y a sus padres una sensación de comodidad adicional, sabiendo que pueden llamar y enviar WhatsApps de texto y videos entre sí en cualquier momento.
Esto te enseñara
Los estudiantes están creciendo en un mundo dominado por los teléfonos inteligentes. En lugar de mantener este cambio social importante fuera de la escuela y tratar de pretender que no existe, probablemente sería mejor educarles sobre los beneficios y los riesgos del uso excesivo. Esto incluye enseñar a los estudiantes sobre la intimidación digital y cibernética y sus efectos dañinos. También enseñarles a cómo usar de manera responsable las diversas plataformas de redes sociales a las que acceden desde sus teléfonos inteligentes. Los profesores también podemos alentar a los estudiantes a cuestionar la información y las fuentes a las que están expuestos desde sus celulares, que actualmente está cobrando relevancia por la proliferación de las «noticias falsas» un claro ejemplo es que muchos creen que Alan García sigue con vida.
Ahora analicemos del por que deberíamos prohibir los teléfonos en la Institución Educativa
Menos actividad física durante el recreo
Los estudiantes pasan la mayor parte del tiempo sentados en el aula. Aparte de las áreas de Arte y Cultura y sobre todo la de Educación Física que son un par de veces a la semana, son las únicas veces que pueden estirar las piernas y hacer ejercicios. ¿Qué pasa cuando dejas que los estudiantes traigan sus teléfonos al colegio? Lo obvio. Los escolares que de otra manera estarían corriendo, jugando a la pelota, o haciendo cualquier otra actividad física, ahora están sentados boca abajo pegados a sus diminutas pantallas. Estos alumnos perderán el ejercicio, lo que no solo es bueno para su salud sino que también está vinculado a una mejor función cognitiva, mejor memoria y poder concentrarse mejor.
Exposición no deseada
Los padres confían en el personal de la Institución Educativa para asegurarse de que sus hijos estén seguros cuando estén en la escuela. Esto incluye la seguridad frente a la exposición a materiales clasificados como X , como la pornografía y la violencia excesiva. Pero incluso con la mejor supervisión de los maestros, encargados del aula de innovación y personal técnico, los estudiantes con teléfonos inteligentes e incluso los niños que no tienen teléfonos inteligentes pueden estar expuestos a ese material en el teléfono de otra persona. Sin mencionar lo que ven en los celulares mientras están de camino a casa o tomando el bus de retorno. Es cierto que hay muchas aplicaciones de control para padres que filtran y administran el uso de teléfonos inteligentes en los niños y adolescentes. Pero los estudiantes son inteligentes y nativos digitales; ellos disfrutan el desafío de encontrar nuevas formas de saltar esas medidas . Esto puede llevar a un interminable juego del gato y al ratón.
Una red no social.
Para algunos estudiantes, las pantallas también se utilizan como lugar de refugio . Los niños y adolescentes, especialmente los tímidos, carecen de las habilidades sociales necesarias para hacer o interactuar con amigos. Pueden rehuir las interacciones sociales si se sienten fuera de lugar. Pero la interacción cara a cara es una habilidad vital crítica . Cuando interactuamos con otros, continuamente estamos procesando señales sin palabras como las expresiones faciales, el tono de voz e incluso la distancia física entre nosotros y ellos. Equipar a los estudiantes con teléfonos inteligentes puede aumentar la posibilidad de que elijan el celular para socializar con otros chicos o chicas. Esto a largo plazo les hará más difícil enfrentar las situaciones sociales a medida que crezcan.
Los teléfonos inteligentes pueden hacer que las aulas escolares estén más en sintonía con la vida futura de los estudiantes, pero también pueden representar una amenaza para su desarrollo social y académico. ¿Qué diría usted si su alumno le pregunta si puede llevar un celular a la Institución Educativa?