La enseñanza prácticamente tiene su propio conjunto de desafíos, especialmente durante una pandemia. Use estas estrategias para enfocarse en objetivos específicos, aceptar la incertidumbre y mantener la comunicación abierta.
A medida que los sistemas escolares en todo el país permanecen cerrados, los educadores sienten una corriente colectiva de incertidumbre por parte de Covid-19, pero también por la carga de proporcionar una educación en línea de calidad. La responsabilidad de garantizar que los estudiantes no se queden atrás durante el cierre de las escuelas. Las intervenciones y estrategias simples pueden ser las más efectivas en estos tiempos difíciles.
PRIORIZAR OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Aunque es fácil dejarse llevar por los detalles de la sesión de clase, la educación digital puede ser menos estresante si se piensa más ampliamente sobre el aprendizaje a largo plazo. Por ejemplo, cuando enseñé comunicación, mi mayor prioridad era que los estudiantes enfocaran su energía en mejorar su competencia de escritura en diferentes tipos de texto. Si los estudiantes mostraban dominio en esa dirección, entonces indirectamente se enfocaban en metas secundarias como la adquisición de vocabulario contextual o mejora en la oralidad.
CONOCE DONDE ESTÁN LOS ESTUDIANTES
Comenzar con una interacción no académica puede ayudar a recordarles a los estudiantes que la relación es una prioridad, y también puede ayudarnos a comprender y servir mejor a todos los estudiantes. Encuentre formas de llegar a la lección con conceptos relacionados. Usar elementos de su entorno actual es una forma de ayudar a los estudiantes a realizar la transición a la instrucción en línea. Por ejemplo, si los estudiantes están aprendiendo sobre fracciones, pídales que junten artículos de la casa, como una galleta, un sándwich o una pajita, y sepárelos para crear fracciones tangibles. Involucre a los estudiantes a medida que avanza haciendo preguntas que activan el conocimiento y la conversación. En el ejemplo de la enseñanza de fracciones, una frase útil podría ser: «Compartamos historias sobre un momento en que tuvimos que dividir un bocadillo o un juguete con otra persona». Conecte una experiencia personal a un concepto académico,
En un salón de clases, nuestros planes cuidadosamente diseñados fallan todo el tiempo, pero aprendemos a aceptar los problemas y obtener conocimiento de las experiencias. La capacidad de aceptar estos desafíos también es importante en el aprendizaje digital, ya que las videollamadas pueden fallar, los estudiantes pueden no poder unirse desde la distancia o nuestros propios niños claman por atención en el fondo. Abraza el caos y aprovecha los momentos impredecibles.
Si los estudiantes quieren pausar la lección para discutir una inquietud, permita tiempo y espacio para hablar. Si su hijo deja caer comida sobre su cabeza mientras intenta enseñar una lección de historia, pídale a un participante de la clase que facilite la conversación mientras limpia. Al mantener la calma y adaptarnos a la situación, modelamos a los estudiantes formas de lidiar con la interrupción.
Además de adaptarse a cambios inesperados, encuentre formas de planificar las circunstancias impredecibles de la enseñanza remota. Crear oportunidades para la instrucción y el aprendizaje asincrónicos puede ayudar a mitigar algunos de los desafíos. Voltee el aula enviando contenido a través de un Screencastify u otro video que refuerce los conceptos. Grabar lecciones puede ser especialmente beneficioso para estudiantes cuyos conflictos de la vida real interfieren con la asistencia a clase.
MANTÉN UNA COMUNICACIÓN ABIERTA.
Mantenerse en contacto con los padres o apoderados siempre es importante, y es especialmente importante para la enseñanza digital. Varíe las formas de comunicación cuando sea posible. Tomar tiempo para las llamadas telefónicas puede ayudar a facilitar una interacción más directa con los padres o apoderados. Priorice el contacto con las familias donde surjan las principales preocupaciones. Designar tiempos específicos para las llamadas puede hacer que la tarea sea más manejable. Si bien es importante comunicarse con los padres o apoderados de los estudiantes con dificultades, hablar con las familias de los estudiantes que prosperan puede proporcionar una piedra de toque para compartir noticias positivas. Escuchar sobre el éxito de un estudiante en medio de los desafíos del aprendizaje a distancia aporta positividad a una situación difícil y ayuda a facilitar relaciones más profundas.
Mantener contacto con los estudiantes a través de mensajes de texto, correo electrónico o chat. Servicios como Google Voice permiten a los maestros establecer contacto sin usar un número personal. En la comunicación escrita, como correo electrónico, mensajes de texto o chat, agregue estímulo para moderar las críticas constructivas. La comunicación de una manera que separa al estudiante como persona de sus hábitos de trabajo muestra que si bien podemos tener inquietudes, aún apreciamos al individuo.
Por Miriam Plotinsky